Nos pide Salvador, director de
boletintricantino.es que hagamos un artículo sobre Tres Cantos para
iniciar su nueva andadura a través de la red. Iniciativa que
saludamos.
No es fácil describir la ciudad hoy,
el 21 de marzo se cumplen 22 años desde que nos separamos de
Colmenar Viejo.
En nuestros comienzo todo se hacía por
consenso; el hecho de que ningún partido político tuviera mayoría
absoluta permitía aunar sensibilidades y compartir el desarrollo de
la ciudad. Esto permitía que todas las plusvalías provenientes del
urbanismo revirtieran en nuestro propio desarrollo. Gracias a eso se
construyó el instituto público, porque la Comunidad de Madrid no
tenía dinero; se levantaron las naves nido del polígono industrial;
se puso en marcha la escuela de música, los locales del Sector
Oficios para los grupos de música; etc.; todo ello pagado con el
dinero de los tricantinos y tricantinas. Existía una democracia
participativa.
Todo eso cambió a partir del año
2000. El PP se hace con el poder con una moción de censura basada,
fundamentalmente, en el planeamiento urbanístico. Su único cometido
es redactar un Plan General, no por la necesidad de viviendas, sino
por el simple hecho especulativo y dar satisfacción a la vorágine
del ladrillo. Además, a diferencia de antaño, esta vez le da la
gestión, de todo el plan, a una empresa privada (FCC) y las
plusvalías ya no revierten en las arcas municipales, sino que pasan
a manos privadas.
Comienzan los escándalos, un concejal
del PP diciendo: “somos once pues yo quiero mi once por ciento”.
Y así llegamos hasta la mayoría
absoluta del PP en el año 2007. Siete años del PP cambian la manera
de hacer ciudad y esta mayoría no iba mejorarlo sino todo lo
contrario. Folgado, primero (hasta marzo de 2011), y Moreno, después,
se han venido jactando de que han invertido más de 50 millones de
euros en nuestra ciudad, lo cierto es que la realidad y los hechos
nos hacen preguntarnos, ¿en qué se lo gastaron? ¿flores? porque,
no han sido capaces en todos estos años de crear un solo puesto de
trabajo; un montón de comercios o negocios han tenido que cerrar;
han suprimido (717) o modificado líneas de autobuses; las
especialidades médicas prometidas no han venido; asumen, como
inevitable, el cierre de la oficina de la Seguridad Social, con el
trabajo (trabajo de la Asociación de Vecinos entre otros) que costó
traerla y sabiendo que Tres Cantos alcanzará en un futuro los 75 mil
habitantes, además, de que se ha demostrado sobradamente su utilidad
por parte de los vecinos; etc, etc.
No podemos pasar por alto que a todo
esto hay que añadirle la mala gestión económica, que ha hecho que
sean los tricantinos y tricantinas quienes paguen las consecuencias:
4 años seguidos de subida del IBI (más del 40%); subida de
impuestos, tasas y precios públicos. Endeudamiento de más de 7'5
millones de euros por no pagar a los proveedores...
Y por fin, el colofón final, el PP
hace que los ciudadanos y ciudadanas de Tres Cantos asuman en
solitario el desaguisado del Tagarral, facilitando su recalificación
para poder construir en un futuro. Aquí debo decir que “chapeau”
por Colmenar Viejo y la Comunidad de Madrid, que después de haber
sido los responsables se van a ir de rositas. Más ladrillo para Tres
Cantos.
En fin, Tres Cantos, desde que está en
manos del PP, es hoy mucho más gris, que cuando comenzó a ser
ciudad.
Pero esta ciudad me gusta y sus gentes
más todavía y creo que podemos revertir esta situación trabajando
todos para el cambio.