31 octubre 2010

Hartazgo

Hace mucho tiempo que no escribo en este blog. Las razones son varias, la principal es que me he hartado de contar las miserias tricantinas entorno a la corrupción y el urbanismo. Da igual lo que se diga o lo que se haga. Cada vez hay más casos de corrupción en toda España y nadie dimite y los mandamases los justifican, o por lo menos los tapan. Además, parece que a la gente no le importe que utilicen su dinero y patrimonio para que algunos se lo lleven calentito. Pase lo que pase los corruptos y los inmorales volverán a ganar las elecciones. Ya no importa la buena gestión, solo importa que no ganen los otros. Socialistas y Populares se acusan mutuamente de corrupción pero siguen defendiendo a capa y espada a todos aquellos que meten la mano en la caja. Este es un país enfermo, como lo fueron durante años los países latinoamericanos, y lo seguirá siendo hasta que ya no quede nada que robar. La actual crisis da una coartada a los corruptos y especuladores. Al no haber dinero en circulación, cortan el grifo al crédito a la inversión y aumenta el paro y la recesión. Quienes sufren estas consecuencias son los más débiles: los trabajadores. A los que tienen trabajo se los estrujará hasta que acepten condiciones más ventajosas para la empresa que los contrata, bajándoles el salario y haciéndoles trabajar más horas. A los que no lo tienen, les ofertarán miserias aprovechándose de su estado de necesidad. La cuestión es que quien más tiene, más seguirá teniendo. No es posible que día a día nos desayunemos con lo que han dejado de ganar los bancos, y otras entidades financieras, trimestre a trimestre. ¿Y cómo lo cuentan los medios? “El banco tal a dejado de ganar un 12% en este tercer trimestre”. ¿Pero ha ganado o no ha ganado? Te vas a la letra pequeña y resulta que ha ganado 4.000 millones de euros en el tercer trimestre que es un 12% menos de lo que ganó el año pasado por estas fechas. Ganó. La realidad es que ganó pero no lo suficiente como para saciar su avaricia.
En fin, este es el estado de las cosas.