El colonialismo sigue vigente

Me sorprende, una vez más, la prensa colonialista. No pueden evitar mofarse, ridiculizar y menospreciar cuantas cosas hagan aquellos que se salen de sus cuadradas mentes. Aquí abajo os pongo un artículo de El Mundo sobre Venezuela y su queja sobre el coste de un parque que van a construir: 58 millones de euros.
Me permito recordar a los de la paja, la viga y los ojos que Terra Mítica costó 380 millones de euros; el Parque Warner 377 millones de euros; Port Aventura 300 millones de euros...; y no sigo con la Ciudad de la Cultura en Galicia ni con los aeropuertos sin aviones ni con etc., etc., etc.
Solo los tres primeros han costado más de 1000 millones de euros y aún así algunos se atreven a cuestionar, como siempre en suma injerencia política de este colonialismo trasnochado que nos atribuye el hecho de ser europeos, lo que hacen otros sin ni siquiera comprobar o contraponer qué estamos haciendo nosotros. En fin, decía mi viejo que en los periódicos no se podían dejar huecos en blanco (también decía que los periodistas rellenan los huecos que deja la publicidad) pero ¡tíos! QUE ESTE ES DIGITAL.
La ridiculización de un parque venezolano.

¿Democracia? Siempre que nos guste el que gane

Hechos históricos demuestran que la democracia exigida a países que la conquistan en la calle debe ser inmediata y a la carta.

Recuerdo el día que el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional) entró en Managua (capital de Nicaragua) acabando con 43 años de dictadura de la familia Somoza (se alternaron en el poder desde el 36). Fue el 19 de julio de 1979. Desde mismo instante, en que los Sandinista tomaron el poder, Estados Unidos y la Europa colonialista “exigieron” democracia, algo que, por lo visto, se les olvidó pedir/exigir durante 43 años. Para ello no dudaron en imponer un bloqueo económico y crear un grupo rebelde “la contra”, todo ello convenientemente pagado con los fondos robados y procedentes de la droga de Irán.

También, recuerdo Argelia, después de desprenderse del colonialismo fracés en el año 1962 se sucedieron gobiernos demócraticos: Ben Bella hasta 1965, Boumedienne hasta el 78, Bendjedid hasta el 92; todos ellos pertenecientes al partido FLN (Frente de Liberación nacional que había expulsado a los franceses en el 62).

Por el año 1991 se preparan las nuevas elecciones legislativas y se presentan, entre otros, el Frente de las Fuerzas Socialistas, el Frente Islámico de Salvación (FIS). Ganó las elecciones el FIS con el 52% de los votos, pero eso a Estados Unidos y a la Europa Colonial no les gustó. Propiciaron un golpe de estado y se les fue un poco de las manos y acabó en una guerra civial, que , como no podía ser de otro modo “ganamos los buenos”. Así que los militares gobernaron hasta el 94 y un poco más y después, sobre 1999, ganó las elecciones Bouteflika, para suerte del “buen orden mundial”. El pobre sacrificado se mantiene en el poder desde entonces y todos podemos disfrutar de su gas y su petroleo.

Podemos hablar de muchos otros países, que estando en manos de dictaduras, tras estas gana el que no les gusta y dan otro golpe de estado o desestabilizan el país.

¿Qué pasa en Egipto? Tras los sucesos de Túnez y Libia, bien jaleados por norteamericanos y europeos colonialistas, y bautizados como la “primavera árabe”, por levantarse contra dictadores (que no eran los suyos) en defensa de la democracia y las libertades llegaron los egipcios (a los que a pesar de sus más de 5000 años de historia todavía, nosotros los blanquitos occidentales, debemos enseñarles como deben estar a la mesa). En junio de 2012 hubo elecciones, ganaron los hermanos musulmanes y Mursi fue elegido presidente en junio de ese año. El primer presidente elegido democráticamente en Egipto en toda su historia, que se dice pronto. En julio del 2013 lo rajaron de la presidencia y lo encarcelaron.

Seguro que se podía poner muchos matices a este escrito, por otro lado lleno de ventajismo por mi parte, pero la realidad es que si la democracia es la forma menos mala de gobierno, yo estoy en dejar que cada país se la administre como quiera; sin injerencias políticas exteriores.

Así que a la pregunta ¿Democracia?, mi respuesta será: siempre.

Pero si todo esto no te ha gustado un día te cuento el Chile de Salvador Allende, su asesinato y la posterior dictadura de Pinochet.